Los estudios muestran que la disfunción eréctil es común en hombres de todas las edades, afectándolos más a medida que envejecen. Sufren, pero pocos buscan tratamiento si es necesario. La disfunción eréctil es un término que inquieta a muchos hombres. Es un tema muy personal que a muchos les da vergüenza hablar.
A menudo, los hombres que no buscan ayuda profesional se sienten solos con su problema. Quedarse sin fuerzas es muy común, pero muchos hombres no prestan suficiente atención para comprender exactamente por qué. Veamos cómo afrontarlo de forma más relajada y objetiva.
Entonces, ¿qué es la disfunción eréctil? La incapacidad de lograr o mantener una erección durante las relaciones sexuales. ¿Adivinas qué sucede? Cuando un hombre está excitado, las venas del pene se dilatan, permitiendo que la sangre circule por ellas. Todo esto está controlado por el cerebro, que envía señales químicas. La presión arterial provoca que se produzca una erección y que se mantenga así. Si no hay suficiente sangre o si drena con facilidad de las venas de la zona, puede producirse disfunción eréctil.
Los síntomas, como la dificultad para mantener una erección, incluyen problemas para lograrla y, en casos más graves, pérdida de interés sexual. Debido a la complejidad de la naturaleza humana, puede ser difícil determinar la causa específica. La excitación se origina en el cerebro, que involucra músculos, venas y el sistema nervioso, así como la influencia de las emociones y las hormonas.
En general, las causas de la disfunción eréctil se dividen en dos categorías: psicológicas y físicas. Si bien cada categoría tiene sus propias razones y factores, en muchos casos se presentan ambas.
La causa más común está relacionada con la presión arterial y la circulación. El colesterol alto, los problemas cardíacos y la presión arterial alta afectan significativamente la circulación sanguínea. Algunos medicamentos contribuyen a la aparición o al aumento de estos factores. Un metabolismo lento, también relacionado con el sobrepeso, puede provocar impotencia. Otras enfermedades pueden agravar la afección, por lo que buscar ayuda médica es el primer paso hacia la recuperación.
En muchos casos, el origen del problema es psicológico, especialmente en hombres mayores de cuarenta años. Dado que la excitación comienza en el cerebro, las disfunciones mentales son factores que pueden provocar problemas de erección. La ansiedad y la depresión son trastornos psicológicos que provocan una disminución de la libido, lo que dificulta la excitación. El estrés contribuye negativamente, interfiriendo con el flujo sanguíneo al pene. Aunque es una causa difícil de detectar, se debe procurar un diagnóstico. Sin el tratamiento adecuado, una causa psicológica puede agravar la ansiedad, provocar baja autoestima, problemas en las relaciones y fallos eréctiles más frecuentes.
Ahora que conoce más sobre algunas de las causas de la disfunción eréctil en hombres, debería estar listo para evaluar su progreso. Si ha experimentado alguno de los síntomas mencionados, programe una cita médica ahora. Al elegir el tratamiento, informe a su profesional de confianza sobre todo lo que necesita saber, incluyendo la frecuencia con la que se presenta y si siempre es grave. Con su ayuda, se le recetará el mejor tratamiento.
Quedarse sin fuerzas puede ser una condición desagradable; nadie habla mucho de ello, lo que retrasa la comprensión de la causa y significa que el problema nunca se resuelve. La mejor manera de evitar problemas de salud es conocerse a uno mismo y llegar a la raíz del problema. Deja de experimentar cosas malas en tu vida. desempeño sexual. Tenga cuidado de usted mismo, hable siempre con su médico.
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